Los contaminantes hormonales, también conocidos como disruptores endocrinos (o EDC,
por sus siglas en inglés), son sustancias sintéticas que alteran el funcionamiento del sistema hormonal ocasionando daños en la salud de un organismo o de su progenie.
El sistema endocrino, el encargado del
equilibrio interno
El sistema hormonal o endocrino es nuestro sistema de comunicación interno, encargado
de la estabilidad del organismo, su desarrollo, metabolismo y reproducción.
Está formado por glándulas que segregan hormonas, que viajan con la sangre hasta los
receptores situados en los tejidos y órganos, para iniciar o bloquear funciones básicas
para el cuerpo.
¿Cómo engañan los contaminantes hormonales al sistema endocrino?
Una de las formas de actuar de los EDC consiste en imitar a las hormonas naturales. El parecido químico de los contaminantes
hormonales con nuestras hormonas hace que el organismo se “confunda” y active o bloquee funciones importantes para la
supervivencia.
¡No hay ninguna cantidad de EDC segura!
Los disruptores endocrinos, como las hormonas, actúan a concentraciones muy bajas
(de partes por billón o 10-9), equivalentes a una gota en un tren de 666 vagones cisterna de 75.000 litros cada uno. ¡El tren mediría casi 10 Km de longitud!
¿Cuáles son los principales disruptores endocrinos y dónde se encuentran?
Se han identificado más de 1.500 sustancias capaces de alterar el sistema endocrino.
Extractado de Ecologistas en Acción